Y ahí la ven, Im Nayeon vestida como más decente, se le pareció dispuesta a entrar en la casa que ya ha conocido, pero ahora era para enfrentarse a la jefa, la luchadora, la mas grande Myoui que puede destrozarla.

De hecho, sólo esta exagerando.

Después del comunicado de Mina y la breve explicación, aceptó con una sonrisa presentarse ante la mujer de ojos fulminantes y aterradores, aunque le den traumas de noche.

La japonesa linda y tierna estaba vestida con una falda y blusa que la hacían ver incluso más linda de lo que ya está, y miraba por la ventana de su habitación. Podía ver claramente a su novia nerviosa, mirando hacía la puerta de su hogar, sin atreverse a entrar.

Ya llevaba como diez minutos esperando que la coreana tocara la puerta para salir corriendo a abrirle pero primero quería ver hasta qué hora su nerviosa novia se animaba.

Cuando vio a esta retroceder, se abstuvo a pensar lo peor y mejor esperó para ver más. Nayeon por la pequeña reja suspiró y luego se adentró a la puerta que podía cruzar la reja. Estaba a punto de tocar pero otra vez se arrepintió y retrocedió un poco.

Mina rió bajito mientras la coreana no estaba conciente de lo tierna que era para su novia, quien la miraba desde la ventana de forma discreta.

Mina todavía estaba nervisa igual, un poco menos pero lo estaba. Su madre justo ayer le había confesado su sexualidad y tuvieron una mini pelea pero se arregló.

Después de que Mina le haya dicho que tenía novia, la señora Myoui empezó a renegar y Mina pensó que la correría.

Sana interfirió cuando vio lagrimas en los ojos de su mejor amiga, dándole el mayor de los insultos a la señora Myoui, repitiéndole de mil formas lo homofóbica que era. Pero para su sorpresa, la mujer la miró y rió.

Ambas jóvenes estuvieron un tiempo confundidas mientras la mujer Myoui reía y les contestaba 'Soy bisexual. He tenido novias antes... ¡Pero te dije nada de pareja, Mina!' Y ahí fue que la sala quedó en silencio pero Mina lo rompió.

'Dijiste 'ningún novio', no mencionaste 'novia'. ¡No lo especificaste!' La pequeña Myoui le reprochó mientras Sana solo pudo observar con cierta sorpresa la infantil pelea de madre e hija por quién tenía la razón.

La noche terminó con las palabras de la mujer Myoui: 'Mañana, esa tal novia, viene sin justificación para faltas', y se fue.

Sana se rió de su situación toda la noche hasta quedarse dormida y Mina pues le avisó con mensajes a su novia, la cual no le respondió en una hora.

Pero es que Nayeon lo procesó en una hora. La información fue muy abrupta para la joven castaña que apenas y podía pensar bien, pero aceptó con una sonrisa la invitación de su novia a conocer la familia Myoui aún teniendo la piel de gallina.

Era de noche más o menos. En la mañana Mina salió a comprar algunas cosas con su padre y Sana tuvo que marcharse deseándoles suerte entre risas. Por lo tanto, Nayeon fue citada en la noche como a las siete.

Mina con ya poca paciencia estaba a punto de abrir la ventana para gritarle a su novia pero se sorprendió cuando esta firmemente dió paso a la puerta y tocó la madera con su mano firme.

Minaa salió corriendo hacía fuera del habitación, con una rapidez que ni ella podía explicar.

- Yo abro, yo abro, yo abro - murmuraba bajando las escaleras. Se asustó en vehemencia cuando su madre estaba a punto de abrir con una mirada seria - ¡Yo abro! - la mujer Myoui se sobresaltó cuando su hija gritó y mejor se apartó para que su hija pueda cumplir con lo que quería.

Mina esperó a que su madre se fuera. Ésta, rodando los ojos, se fue caminando hacia la cocina mientras maldecia por la atención que su hija le daba a una muchacha.

Después de revelarle un pequeño secreto que tenía desde joven, no tenía muy buen humor porque su esposo le cuestionó eso cuando llegó a la habitación. El señor Myoui había escuchado y no tardó en reclamarle que tal vez tenía algo con sus amigas y demás. Por el momento, el señor Myoui parecía más tranquilo y asimiló bien la noticia de su hija con una novia pero estaba intranquilo con lo de su mujer.

En sus tiempos las relaciones de dos mujeres eran muy mal vistas, mucho más que en estos tiempos obviamente. Tiene miedo de que su esposa nunca lo amó y sólo estaba casada con el por no poder tener una esposa en el pasado.

Por lo menos, no es homofóbico y Mina está aliviada con ello.

La japonesa abre la puerta y está segura que escuchó a Nayeon casi suspirar de alivio cuando la vio a ella. Mina le sonrió grandemente y no tardó en abrazarse al torso de su novia en busca de calidez.

- ¡Yeonnie! - Nayeon rió por el chillido de su novia claramente emocionada por su presencia - Tuviste suerte, detuve a mamá antes que te abriera ella - eso Nayeon lo supuso. Ella misma incluso había sonreído al grito que Mina soltó para poder abrirle.

- Más suerte si me recibiste así, cariño - mala suerte para Nayeon perderse las mejillas sonrrojadas que Mina pudo esconder en el cuello de la castaña - Te extrañé - confesó mientras apretaba totalmente el cuerpo de su novia contra el suyo.

Mina no podía parar de sonreír.

- Yo también te extrañé, aunque nos vimos ayer - unos pasos hicieron que Nayeon se alertara pero no se separó de Mina ya que esta tampoco hizo el amago de separarse.

- No quería interrumpirlas, pero... - Kai salía por detrás de la puerta - Mamá casi esta dispuesta a ir por mi antiguo bate de baseball para intimidar a Nayeon por tardar mucho haciendo 'quién sabe qué cosas' con su hija aquí afuera - repetía casi las mismas palabras de su madre. Casi, porque fueron exactamente: 'O me traes tu bate o voy por el y de paso te pego. La vándala aquella se debe estar robando la inocencia de mi bebé'.

Lo malo es que Kai salió con sus incontinencia de pensamientos y dijo '¿Cómo se robaría su inocencia afuera? Si no lo hizo en la privacidad de la habitación de Mina, tampoco lo hará en la probabilidad de que las vean' Kai esta seguro que a su padre se le iban a salir los ojos y a su madre se le iban a rasguñar grandemente las manos por apretar tanto los puños.

Por eso mismo, el japonés decidió cobardemente huir hacia Mina y Nayeon con la esperanza que su madre no mencione algo que él dijo, aunque eso estará difícil.

- En un minuto - respondió Mina mirando hacía su hermano casi suplicante y éste asintió un poco inseguro para luego irse - ... ¿Vamos ya? - le preguntó a su novia, la cual de inmediato sintió el terror de nuevo.

Mina rió y solo acercó su rostro al de la castaña para darle un merecido beso que recordó no darle cuando había llegado; ¡No le había dado la bienvenida como novia! Le tenía que dar un beso y eso era ley para la pelinegra con gran sonrisa.

- ¡Mina! - un grito proveniente de adentro pudo separarlas casi asustadas - ¡Si no traes a tu novia aquí ahora, yo voy allá con un bate listo!

Ambas rieron; Mina porque sabía que su madre no haría algo así. Nayeon por los nervios.

- ¡Vamos, Yeonnie! - y Nayeon decidió mejor contagiarse de la gran sonrisa aunque esta flaquea grandemente cuando la señora Myoui la mira.

- Nayeon - hasta le nombre en los labios de la mujer sonaba aterrador.

. . .

Tengo un gran gusto por la sonrisa grande de Mina y Nayeon.
¡Gummy Smile!

Se me bañan.